Para la preboda de Jessi y Luismi nos propusieron ir a un desguace de su pueblo, ¡y no pudieron tener mejor idea!
Luismi estaba como un niño en una feria y Jessi desprende una alegría que irradia luz. Pasamos una tarde de muchas risas entre la chatarra, lo mejor de todo es lo extrovertida que es esta pareja y lo bien que se lo pasan juntos, y ahora estamos deseando que llegue su día en unas semanas para seguir la fiesta.
Os dejo unas cuantas fotografías para que podáis ver a qué me refiero